Realidad disminuida es la segunda etapa de un ejercicio de recopilación de historias urbanas. La primera etapa, iniciado en 2010, consiste en un seguimiento de tragedias marginales destinadas, desde el primer momento, a ser devoradas por el apetito insaciable del olvido. Dibujo y pintura acogieron las huellas ininteligibles de personas que, sin identidad, aparecen muertas en la calle y cuyos casos se archivan sin que nadie sepa la causa de su brutal destino. El proyecto actual está enfocado en reconocer, contactar e interactuar con personas que viven en la zona céntrica de Santiago, aledaña al Museo Nacional de Bellas Artes. La realidad disminuida de este colectivo difuso y heterogéneo, abreviada comúnmente con etiquetas como “marginación”, “exclusión social”, “sin hogar”, hace fracasar de antemano todo intento de perfil prototípico de indigente, sobre todo, cuando estos son mirados más allá de sus carencias económicas. El primer paso, fue reconocer en la zona las presencias cotidianas que demarcan este espacio público desde su condición de ocupantes permanentes. El proyecto se inicia con dos hombres de aproximadamente 40 años y dos mujeres de unos 35 y 50 años. Su presencia capta la atención, porque parecieran vivir en otro tiempo o en una realidad paralela. Son figuras pregnantes que cuestionan las convenciones sociales, provocando atracción y repulsión. Diariamente, durante los días de duración de la BAM, se intentará hacer contactos que serán archivados a modo de dibujos, registro audiovisual, documentos y aplicaciones web, generando con esta información un núcleo organizador que de visibilidad a cada individuo. El cuerpo de obra será distribuido vía correo tradicional, previa inscripción, a doscientas personas del barrio Bellas Artes, invitándolos a participar de la dinámica misma del proceso.
«Pedro Celedón Dr. Historia del Arte»